Un entrenador es quizás la persona más influyente en el mundo de los deportistas. Ya sea en el nivel de principiantes o en el nivel profesional extremo, un entrenador no solo está ahí para instruir y enseñar, sino también para dar ejemplo del tipo de persona que el deportista debe esforzarse por ser.
Algunos de los mejores entrenadores enseñan con una filosofía que se ajusta a las famosas palabras de Benjamin Franklin: “Dime y lo olvido. Enséñame y lo recuerdo. Involúcrame y lo aprendo”.
Cuando un jugador entra en ese campo, se espera que dé el 110% a cambio del 110% de sus entrenadores. Están allí para aprender y crecer como atletas de la mano de personas que tienen la capacidad de enseñarles eso. No solo confían en su experiencia en ese deporte en el campo de juego, sino también en cómo desarrollar sus habilidades individuales. Con equipos con muchos jugadores, es fácil desviarse del verdadero propósito y concentrarse en ganar esos oros, pero eso no es lo que necesitan sus jugadores.
Ganar no lo es todo, pero es algo. Y para alcanzar esa grandeza, se necesita más de un jugador habilidoso o un par de buenos jugadores con el palo. Entonces, ¿cómo aumentamos nuestras posibilidades de ganar? Aumentamos la progresión de nuestro equipo.
Autor : Mady Doud
Director del Programa de Jóvenes
Tampa, Florida
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